jueves, 2 de abril de 2015

Eres un príncipe, no un ogro

Te duele la cabeza, te duele el pecho, te duele el vientre, te duele el alma misma. Ciertamente te sientes mal. Sabes que debes fingir sonrisas la mayor parte del tiempo, pero a veces es difícil hacerlo cuando las personas que te rodean pareciera que no tienen una mejor cosa que hacer que sacarte de tus casillas, con sus comentarios tontos, con sus críticas injustas.

A pesar de todo eso, tienes que recordar que eres un príncipe. Tu siempre sonríes, lo sabes y lo haces. Pero ese mismo carisma, esa misma amabilidad, ese mismo optimismo, debe verse reflejado en tu forma de actuar, tu forma de hablar, tu forma de tratar a los demás.

Siempre debes saludar, siempre debes ofrecer respuestas amables, siempre debes ser considerado con todos, aunque nadie sea considerado contigo.

Verás que si así lo haces nadie se meterá con tu estilo de vida. Habrá quienes lleguen a quererte, y hasta tú mismo te sentirás mejor contigo mismo.

Recuerda que eres un príncipe, así que nunca seas un cretino. Si sigues esta simple ley Ana te bendecirá. Si la rompes, atente a las consecuencias.

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