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LUNES
Desayuno: 1 hogaza de pan integral. 1/4 de aguacate. 1 pera roja. 30 gramos de queso panela. De medio a un litro de agua natural.
(COMO SUGERENCIA: Se puede poner el aguacate en el pan y usar un poco de sal para darle sazón. La pera y el queso se puede cortar en cubitos, eso da la sensación y apariencia de ser mucha comida).
Almuerzo: 1 pera roja. 80 gramos de queso panela. De medio a un litro de agua natural.
(COMO SUGERENCIA: La pera y el queso se puede cortar en cubitos, eso da la sensación y apariencia de ser mucha comida).
Cena: De medio a un litro de agua natural.
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MARTES
Desayuno: 1 hogaza de pan integral. 1/4 de aguacate. 1 pera roja. 30 gramos de queso panela. De medio a un litro de agua natural.
Almuerzo: 1 pera roja. 80 gramos de queso panela. De medio a un litro de agua natural.
Cena: De medio a un litro de agua natural.
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MIÉRCOLES
Desayuno: 1 hogaza de pan integral. 1/4 de aguacate. 1 pera roja. 30 gramos de queso panela. De medio a un litro de agua natural.
Almuerzo: 1 pera roja. 80 gramos de queso panela. 200 gramos de pechuga de pollo. De medio a un litro de agua natural.
(COMO SUGERENCIA: El pollo puede ser hervido o a la plancha. Si es a la plancha usa aceite de olivo en muy poca cantidad).
Cena: De medio a un litro de agua natural.
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JUEVES
Desayuno: 1 hogaza de pan integral. 1/4 de aguacate. 1 pera roja. 30 gramos de queso panela. De medio a un litro de agua natural.
Almuerzo: 1 pera roja. 80 gramos de queso panela. De medio a un litro de agua natural.
Cena: De medio a un litro de agua natural.
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VIERNES:
Desayuno: 1 hogaza de pan integral. 1/4 de aguacate. 1 pera roja. 30 gramos de queso panela. De medio a un litro de agua natural.
Almuerzo: 1 pera roja. 80 gramos de queso panela. De medio a un litro de agua natural.
Cena: De medio a un litro de agua natural.
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SÁBADO:
Desayuno: 1 hogaza de pan integral. 1/4 de aguacate. 1 pera roja. 30 gramos de queso panela. De medio a un litro de agua natural.
Almuerzo: 1 pera roja. 80 gramos de queso panela. 200 gramos de carne roja, sin grasa. De medio a un litro de agua natural.
(COMO SUGERENCIA: La carne puede ser a la plancha o asada. Si es la plancha no uses aceite, la misma grasa de la carne se encargará).
Cena: De medio a un litro de agua natural.
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DOMINGO
Desayuno: 1 hogaza de pan integral. 1/4 de aguacate. 1 pera roja. 30 gramos de queso panela. De medio a un litro de agua natural.
Almuerzo: 1 pera roja. 80 gramos de queso panela. 1 lata de atún en agua. De medio a un litro de agua natural.
Cena: De medio a un litro de agua natural.
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Si sigues esta dieta al pie de la letra se pierden de uno a tres kilos en una semana. Si haces ejercicio para complementar puedes perder hasta cinco kilos en una semana. Puedes repetir esta dieta hasta tres semanas seguidas. Luego de esas tres semanas se recomienda comer dos plátanos para recuperar potasio.
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miércoles, 1 de abril de 2015
domingo, 1 de marzo de 2015
Carta de Ana a un príncipe imperfecto.
Hola. Tal vez hayas oído hablar de mi. Verás, yo tengo muchos nombres, el más común es anorexia, pero tu me puedes decir Ana.
¿Que por qué estoy aquí? Tú me llamaste, ¿no? Yo solo respondo a tu llamado.
No me mal entiendas. En realidad yo te quiero mucho y deseo ser tu amiga, tu única y mejor amiga. Te entregaré todo lo que soy pero solo si tu también prometes entregarme todo lo que eres.
¿Lo prometes en serio? Ahora serás uno de mis queridos príncipes. Pero, hay una cosita que te tengo que decir. Sabes que yo soy honesta contigo porque te quiero de verdad. Y es que sí eres un príncipe, pero, un príncipe imperfecto.
¿Eso te hace sentir triste? Lo lamento pero es cierto, y lo sabes. Mírate al espejo, ¿qué ves? Exacto, eres un gordo. No solo eso, eres feo, un horrible obeso asqueroso. No me sorprende que nadie te quiera. Por eso estas tan solo y desesperado. Pero descuida, yo te quiero y estoy dispuesta a ayudarte.
Mira a tu alrededor, a esos supuestos amigos que quizás con suerte puedas llegar a tener. ¿Los ves? Ellos no te quieren, se burlan de ti todo el tiempo, ¿verdad? Yo lo sé y tu lo sabes. Les da vergüenza que los vean pasear contigo, les da vergüenza que los llames amigos. No te quieren ver, les das asco. Ellos salen, van a fiestas y van a conciertos y tú… tú no puedes ir con ellos, ellos no te invitan, y si lo hacen mienten, no te quieren cerca. Eres un repugnante gordo que solo consigue espantar a las chicas. La verdad es que no los culpo. ¿Recuerdas todas esas cosas que te han dicho? No las olvides nunca, serán las que te den fuerza, y vaya que necesitarás esa fuerza. "Gordo", "Pelota", "Bola de Grasa", "No cabes", "Pesas mucho", "Das asco", "No se como soportas ser así", "Yo no soportaría toda esa grasa encima". ¿Ya empezaste a recordar? No llores, los príncipes no lloran. El llanto te hace débil. ¿Sabes que es lo que hace que esos falsos amigos sean tan diferentes a ti? Sí sabes la respuesta, ellos están delgados y tu no; tu eres una morsa.
Parece que ya vas entendiendo. Ellos están delgados, ellos no comen comida chatarra o apenas y la prueban. Lo sabes, lo has visto. Dejaras de comer comida chatarra. Esos pastelitos, esas frituras, las dejarás por completo.
Pasará un tiempo y cuando acuerdes tu comida habrá cambiado. Ahora comerás sano o al menos lo intentarás. Seguro que esos falsos amigos se burlarán de ti por tu cambio de comida. Te denigrarán de nuevo. No creerán en ti y asegurarán que fallarás. Algunos te llamarán niñita, pues las dietas son solo para las señoritas. Tú escúchalos, ódialos cada día más, eso te dará fuerza.
Después de un tiempo te pesarás y te darás cuenta de la cruda realidad. No importa cuanto te esforzaste, no lograste perder ni un gramo. Sigues siendo el gordo asqueroso del que todo mundo se burla.
Te darás cuenta que la comida sana no es suficiente. Tienes que hacer ejercicio. Y lo harás. Pero admítelo, eres un obeso. Empezarás con algo sencillo. Salir a caminar, unas cuantas flexiones. Con el tiempo será más. Ahora correrás, ahora harás abdominales, también harás pesas para darle forma a esos asquerosos brazos flácidos y grasientos. Quince minutos se volverán treinta. Treinta minutos se volverán una hora. Una hora dos horas y dos horas cuatro. Pronto el ejercicio se volverá parte importante de tu vida. Ya empiezo a instalarme en ti.
Pasado un tiempo te pesarás, y aquí otra verdad te caerá encima como agua fría. Sigues siendo un obeso repugnante. No has conseguido bajar nada.
¿Sabes qué? En ese momento yo ya formaré parte de ti. Ahora viviré en lo mas profundo de tu lastimada alma.
¿Ahora si estarás listo para escucharme? Yo se que si y tu lo sabes también. ¿Qué es lo que te engorda? La comida, exacto, la comida.
La comida no es buena, la comida es mala, la comida es tu enemiga, tu peor enemiga.
Aprenderás a contar lo que comes. Aprenderás las calorías de cada alimento. Dejaras de comer muchas cosas que creíste sanas, y que ahora sabes que no lo eran. Comerás quizás una vez al día. Aunque te sentirás muy culpable por eso y querrás compensarlo con mucho ejercicio. Y te sentirás muy mal porque sabes que el ejercicio no basta, eso ya lo comprobaste antes. Quizás hasta decida que quiero que te cortes para que esas heridas te recuerden tu fracaso.
Pero sonreirás un poco, yo te haré sonreír. Subirás a la báscula y descubrirás que has perdido cinco quilos en menos de un mes. Al siguiente mes serán ocho, después diez. Todos lo notarán. Te lo dirán. Saben que tienes mucho tiempo haciendo dieta y ejercicio. Tu mentirás y dirás que has perdido peso por esa dieta y ese ejercicio.
Tus amigos, tus supuestos amigos, seguro que se enojarán. Les dará envidia porque ellos no tienen tu fuerza y tu valor. Se pondrán mal, se enojarán cada que rechaces una comida o cada que los dejes por hacer ejercicio. Ellos no te quieren, nunca te han querido. Se enojan por que pronto dejarás de ser el gordo del que se burlaban. Te seguirán molestando, se seguirán burlando. Escúchalos y ódialos cada día más. Eso te dará fuerza para nunca detenerte.
Ahora serás mi hermoso príncipe, mi hermoso príncipe imperfecto. Haré que tu cuerpo sea esbelto y que tus músculos resalten. Tú lo sabes y yo lo sé. Pero cuando te mires al espejo te mentiré, y lo hago por tu bien. Seguirás viendo a ese gordo asqueroso. Sentirás que te falta perder algo de grasa. Y que te hace falta más músculo. Esta bien. Eso es sano. Yo lo sé y tú lo sabes. Pero no te vallas tanto al extremo, quieres alcanzar la perfección, no acabar en un ataúd.
¿No te lo había dicho? Esto que harás puede matarte.
Pronto dejarás de sentir hambre, ya no desearas más la comida. Así son mis príncipes. A diferencia de mis princesas, mis príncipes sí consiguen perder por completo el apetito. Yo te obligaré a comer un poco cada día, porque sabes que si no lo haces morirás. Pero no te pases. Porque la comida es mala, lo sabes y lo sé. Así que si comes de mas te obligaré a que lo devuelvas aunque tú no lo quieras, aunque no lo provoques, sin más lo devolverás. Cada alimento que entre a tu cuerpo te dolerá, no solo en tu mente. Literalmente te dolerá en el vientre. Es un recordatorio de lo mal que te puedo hacer sentir si me desafías.
Si sigues comiendo ese dolor acabará. Quizás consigas comer sin que termines devolviéndolo todo. Pero, ¿sabes qué? Si lo haces pronto volverás a ser el mismo obeso asqueroso de antes. Y sabes que terminarás regresando a mi, suplicando por mi ayuda.
Ah, y que no se te ocurra contarle a alguien como te hago vivir. Menos a tu familia o a tus amigos. Ellos no te quieren y lo sabes. Intentarán alejarme de ti y eso será tu ruina. Tú me necesitas, lo sabes y lo sé. Así que se fuerte y calla.
Eres mi príncipe y yo jamás te dejaré. Solo la muerte podrá separarnos.
Ahora eres mi príncipe imperfecto, ahora eres mi hermoso niño. ¿No te lo dije? Tu piel y tu rostro serán los de un niño. Y con el tiempo el resto de tu cuerpo también lo será. Porque ahora eres mío, solo mío.
Tu familia y amigos lo notarán y te dirán que estas enfermo. No les hagas caso. Querrán llevarte al medico o al psicólogo para intentar lavarte el cerebro. No les hagas caso. Tú eres fuerte, tú no lloras, tú no te auto compadeces. Eres un príncipe imperfecto.
Te sentirás triste todo el tiempo, es porque sabes que nunca serás perfecto. Te enojaras fácilmente, es por toda esa ira que has guardado, la que te da fuerzas. Querrás estar solo, porque sabes que nadie te quiere, solo yo, Ana, tu Reyna, te quiero.
Ser un príncipe imperfecto no es fácil. Así que si esto es lo que quieres yo estoy dispuesta a hacerte mío. Pero recuerda, no es un juego de niños. Si no eres fuerte morirás.
Atentamente: Ana.
¿Que por qué estoy aquí? Tú me llamaste, ¿no? Yo solo respondo a tu llamado.
No me mal entiendas. En realidad yo te quiero mucho y deseo ser tu amiga, tu única y mejor amiga. Te entregaré todo lo que soy pero solo si tu también prometes entregarme todo lo que eres.
¿Lo prometes en serio? Ahora serás uno de mis queridos príncipes. Pero, hay una cosita que te tengo que decir. Sabes que yo soy honesta contigo porque te quiero de verdad. Y es que sí eres un príncipe, pero, un príncipe imperfecto.
¿Eso te hace sentir triste? Lo lamento pero es cierto, y lo sabes. Mírate al espejo, ¿qué ves? Exacto, eres un gordo. No solo eso, eres feo, un horrible obeso asqueroso. No me sorprende que nadie te quiera. Por eso estas tan solo y desesperado. Pero descuida, yo te quiero y estoy dispuesta a ayudarte.
Mira a tu alrededor, a esos supuestos amigos que quizás con suerte puedas llegar a tener. ¿Los ves? Ellos no te quieren, se burlan de ti todo el tiempo, ¿verdad? Yo lo sé y tu lo sabes. Les da vergüenza que los vean pasear contigo, les da vergüenza que los llames amigos. No te quieren ver, les das asco. Ellos salen, van a fiestas y van a conciertos y tú… tú no puedes ir con ellos, ellos no te invitan, y si lo hacen mienten, no te quieren cerca. Eres un repugnante gordo que solo consigue espantar a las chicas. La verdad es que no los culpo. ¿Recuerdas todas esas cosas que te han dicho? No las olvides nunca, serán las que te den fuerza, y vaya que necesitarás esa fuerza. "Gordo", "Pelota", "Bola de Grasa", "No cabes", "Pesas mucho", "Das asco", "No se como soportas ser así", "Yo no soportaría toda esa grasa encima". ¿Ya empezaste a recordar? No llores, los príncipes no lloran. El llanto te hace débil. ¿Sabes que es lo que hace que esos falsos amigos sean tan diferentes a ti? Sí sabes la respuesta, ellos están delgados y tu no; tu eres una morsa.
Parece que ya vas entendiendo. Ellos están delgados, ellos no comen comida chatarra o apenas y la prueban. Lo sabes, lo has visto. Dejaras de comer comida chatarra. Esos pastelitos, esas frituras, las dejarás por completo.
Pasará un tiempo y cuando acuerdes tu comida habrá cambiado. Ahora comerás sano o al menos lo intentarás. Seguro que esos falsos amigos se burlarán de ti por tu cambio de comida. Te denigrarán de nuevo. No creerán en ti y asegurarán que fallarás. Algunos te llamarán niñita, pues las dietas son solo para las señoritas. Tú escúchalos, ódialos cada día más, eso te dará fuerza.
Después de un tiempo te pesarás y te darás cuenta de la cruda realidad. No importa cuanto te esforzaste, no lograste perder ni un gramo. Sigues siendo el gordo asqueroso del que todo mundo se burla.
Te darás cuenta que la comida sana no es suficiente. Tienes que hacer ejercicio. Y lo harás. Pero admítelo, eres un obeso. Empezarás con algo sencillo. Salir a caminar, unas cuantas flexiones. Con el tiempo será más. Ahora correrás, ahora harás abdominales, también harás pesas para darle forma a esos asquerosos brazos flácidos y grasientos. Quince minutos se volverán treinta. Treinta minutos se volverán una hora. Una hora dos horas y dos horas cuatro. Pronto el ejercicio se volverá parte importante de tu vida. Ya empiezo a instalarme en ti.
Pasado un tiempo te pesarás, y aquí otra verdad te caerá encima como agua fría. Sigues siendo un obeso repugnante. No has conseguido bajar nada.
¿Sabes qué? En ese momento yo ya formaré parte de ti. Ahora viviré en lo mas profundo de tu lastimada alma.
¿Ahora si estarás listo para escucharme? Yo se que si y tu lo sabes también. ¿Qué es lo que te engorda? La comida, exacto, la comida.
La comida no es buena, la comida es mala, la comida es tu enemiga, tu peor enemiga.
Aprenderás a contar lo que comes. Aprenderás las calorías de cada alimento. Dejaras de comer muchas cosas que creíste sanas, y que ahora sabes que no lo eran. Comerás quizás una vez al día. Aunque te sentirás muy culpable por eso y querrás compensarlo con mucho ejercicio. Y te sentirás muy mal porque sabes que el ejercicio no basta, eso ya lo comprobaste antes. Quizás hasta decida que quiero que te cortes para que esas heridas te recuerden tu fracaso.
Pero sonreirás un poco, yo te haré sonreír. Subirás a la báscula y descubrirás que has perdido cinco quilos en menos de un mes. Al siguiente mes serán ocho, después diez. Todos lo notarán. Te lo dirán. Saben que tienes mucho tiempo haciendo dieta y ejercicio. Tu mentirás y dirás que has perdido peso por esa dieta y ese ejercicio.
Tus amigos, tus supuestos amigos, seguro que se enojarán. Les dará envidia porque ellos no tienen tu fuerza y tu valor. Se pondrán mal, se enojarán cada que rechaces una comida o cada que los dejes por hacer ejercicio. Ellos no te quieren, nunca te han querido. Se enojan por que pronto dejarás de ser el gordo del que se burlaban. Te seguirán molestando, se seguirán burlando. Escúchalos y ódialos cada día más. Eso te dará fuerza para nunca detenerte.
Ahora serás mi hermoso príncipe, mi hermoso príncipe imperfecto. Haré que tu cuerpo sea esbelto y que tus músculos resalten. Tú lo sabes y yo lo sé. Pero cuando te mires al espejo te mentiré, y lo hago por tu bien. Seguirás viendo a ese gordo asqueroso. Sentirás que te falta perder algo de grasa. Y que te hace falta más músculo. Esta bien. Eso es sano. Yo lo sé y tú lo sabes. Pero no te vallas tanto al extremo, quieres alcanzar la perfección, no acabar en un ataúd.
¿No te lo había dicho? Esto que harás puede matarte.
Pronto dejarás de sentir hambre, ya no desearas más la comida. Así son mis príncipes. A diferencia de mis princesas, mis príncipes sí consiguen perder por completo el apetito. Yo te obligaré a comer un poco cada día, porque sabes que si no lo haces morirás. Pero no te pases. Porque la comida es mala, lo sabes y lo sé. Así que si comes de mas te obligaré a que lo devuelvas aunque tú no lo quieras, aunque no lo provoques, sin más lo devolverás. Cada alimento que entre a tu cuerpo te dolerá, no solo en tu mente. Literalmente te dolerá en el vientre. Es un recordatorio de lo mal que te puedo hacer sentir si me desafías.
Si sigues comiendo ese dolor acabará. Quizás consigas comer sin que termines devolviéndolo todo. Pero, ¿sabes qué? Si lo haces pronto volverás a ser el mismo obeso asqueroso de antes. Y sabes que terminarás regresando a mi, suplicando por mi ayuda.
Ah, y que no se te ocurra contarle a alguien como te hago vivir. Menos a tu familia o a tus amigos. Ellos no te quieren y lo sabes. Intentarán alejarme de ti y eso será tu ruina. Tú me necesitas, lo sabes y lo sé. Así que se fuerte y calla.
Eres mi príncipe y yo jamás te dejaré. Solo la muerte podrá separarnos.
Ahora eres mi príncipe imperfecto, ahora eres mi hermoso niño. ¿No te lo dije? Tu piel y tu rostro serán los de un niño. Y con el tiempo el resto de tu cuerpo también lo será. Porque ahora eres mío, solo mío.
Tu familia y amigos lo notarán y te dirán que estas enfermo. No les hagas caso. Querrán llevarte al medico o al psicólogo para intentar lavarte el cerebro. No les hagas caso. Tú eres fuerte, tú no lloras, tú no te auto compadeces. Eres un príncipe imperfecto.
Te sentirás triste todo el tiempo, es porque sabes que nunca serás perfecto. Te enojaras fácilmente, es por toda esa ira que has guardado, la que te da fuerzas. Querrás estar solo, porque sabes que nadie te quiere, solo yo, Ana, tu Reyna, te quiero.
Ser un príncipe imperfecto no es fácil. Así que si esto es lo que quieres yo estoy dispuesta a hacerte mío. Pero recuerda, no es un juego de niños. Si no eres fuerte morirás.
Atentamente: Ana.
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